Entre Peñíscola y Alcossebre
La Serra d’Irta, como se conoce a la sierra litoral que transcurre entre Alcossebre y Peñíscola, es el tramo de costa sin urbanizar más largo del mediterráneo español, unos 14 kilómetros. Un regalo para los ojos y para el espíritu que está protegido mediante la declaración de Parque Natural desde 2002.
El Parque Natural está jalonado de diferentes rutas para realizar andando o en bicicleta, lo que unido al gran atractivo que supone una zona de montaña muy cercana al mar, convierten a este paraje en un tesoro para senderistas y amantes del BTT.
En la Serra d’Irta la presencia del hombre se ha limitado a los usos tradicionales (estructuras de piedra seca, sobre todo bancales o las antiguas casas de labor. También tuvo su importancia defensiva en la vigilancia de la costa y fruto de ello son, por ejemplo, las Torres Badum y Ebri y los castillos de Xivert y Polpis. También hay edificaciones de carácter religioso: Santa Lucía, junto a Alcossebre –un balcón privilegiado sobre el Mediterráneo- y Sant Antoni, en Peñíscola.
Una sucesión de calas recogidas y discretas permiten disfrutar del mar en toda su magnitud. Puede tomar el sol y hasta practicar el snorkel. Igualmente, existe la oportunidad de conocer desde el mar la totalidad de la Sierra si aprovecha alguna de las excursiones que se organizan por parte de empresas especializadas ubicadas en los puertos de Alcossebre y Peñíscola.
La aves migratorias hallan en la Serra d’Irta un paraíso de excepcional calidad. Junto a ellas, diferentes aves rapaces y, en los acantilados, la gaviota de Audouin. A esta riqueza faunística contribuye la flora del paraje, que incluye variedades endémicas.
La flora de este espacio protegido tiene como protagonista indiscutible al palmito (Chamaeropshumilis) única especie de palmera autóctona de Europa y que constituye la primera barrera vegetal sobre el mar. Esta especie está presente en otros espacios naturales cercanos a la costa, y es abundante en la Serra d’Irta.
En cuanto a árboles, el más común es el pino blanco, que ha sustituido a la carrasca, población potencial de esta zona. Los pinares están acompañados de lentisco y coscoja.
Sorprende encontrar en el interior de la sierra una olmeda acompañada de algunos chopos, pero la abundancia de agua en esta zona debido a la confluencia de dos barrancos , lo hace posible.
En la zona litoral, la población vegetal está dominada por el lentisco, el espino negro y otros arbustos perennifolios y esclerófilos de hoja pequeña,
De un gran interés científico resultan ser distintas microresevas: una de ellas se localiza en Cala Argilaga donde crece el relojillo (Erodiumsanguischristi) y la otra en los acantilados de Torre Badum, única microreserva donde crece la saladilla (Limoniumperplexum), especie catalogada en peligro de extinción, aunque hay esperanzas por la plantación de ejemplares en otras zonas cercanas que han sobrevivido a la primera floración. Otra saladilla, el Limoniumirtaensis es un endemismo propio de la Serra d’Irta.
Mención aparte merecen las calas de la zona que permiten, tanto desde Alcossebre como desde Peñíscola, disfrutar de unas pequeñas playas en su estado natural, algo muy poco frecuente en el litoral de la Comunidad Valenciana. Deliciosas calas de cantos rodados, paraísos escondidos entre acantilados y el espíritu de querer experimentar nuevas sensaciones son argumentos más que suficientes para que disfrutar del mar sea también un placer exclusivo en la Serra d’Irta.
Regularmente, el equipo de conservadores del Parque Natural de la Serra d’Irta organiza salidas para conocer algunas características concretas del entorno. Puede obtener más información sobre el parque y sobre las actividades en www.parquesnaturales.gva.es o acercarse al centro de interpretación, que está en Peñíscola.
La presencia del hombre en la Serra d’Irta se ha limitado a usos tradicionales y a funciones defensivas
El palmito, única especie de palmera autóctona de Europa, es el verdadero protagonista de la flora del Parque Natural
CUADRO INFORMATIVO
Año de creación: 2002
Superficie: 7.743 hecáreas
Términos Municipales: Alcalà de Xivert-Alcossebre, Santa Magdalena de Pulpis y Peñíscola
Edificios destacados: Torres Badum y Esbrí ermita de Santa Lucia y San Benet, Castillos de Xivert y Polpis
Flora: Árboles: Pino blanco; arbustos: Palmito, lentisco, coscoja, espino negro
Fauna: Aves migratorias y, en la zona de acantilados, Gaviota de Audouin
Actividades: Senderismo, BTT, excursiones guiadas de carácter temático.
Centro de interpretación: CV 141, PK 1,5. Peñíscola
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