Valencia, donde la historia y el futuro se dan la mano.

12/01/2021
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12/01/2021

A poco más de hora y media de Alcossebre se encuentra Valencia y hablar de esta ciudad es hablar de la tercera ciudad de España. En Valencia encontramos una urbe que conserva como pocas el legado de sus antepasados en forma de un rico patrimonio histórico artístico, que vive el presente con un ambiente moderno y cosmopolita, con una gastronomía muy interesante y una intensa actividad comercial. Además, Valencia nunca pierde de vista el futuro y un ejemplo claro lo tenemos en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, un templo para la cultura y el ocio del siglo XXI.

En resumen, una escapada a Valencia siempre es aconsejable sea cual sea la motivación de tu viaje: cultural, gastronómico, en familia o simplemente de ocio. En esta ciudad Mediterránea encontrarás lo que buscas.

Un poquito de historia es necesaria para entender la actualidad d esta gran ciudad. Siempre apoyado por un buen clima y por la cercanía al mar, Valencia ocupó ya un lugar importante en tiempos de los romanos, época de la que existen importantes vestigios. Fue también capital de reinos musulmanes, cultura que dejó importantes huellas tanto en el patrimonio como en la organización del territorio, ya que a ellos se debe el sistema de regadío que ha permitido la existencia de la fértil y afamada huella valenciana.

Sin embargo, los principales elementos del patrimonio histórico artístico de Valencia se deben a la época de la Reconquista y posteriores, ya que durante siglos fue el puerto más importante del Mediterráneo español.

SI nos adentramos por el casco antiguo nos encontramos con una sucesión de edificios notables que atesoran una gran historia. Uno de ellos es El Miguelete, nombre con el que se conoce la torre campanario de la Catedral de Valencia, y la propia Catedral, que alberga una copa a la que se atribuye que puede ser el Cáliz de la Última Cena. El templo se halla en un lugar qu siempre se ha dedicado al culto: allí estuvieron los templos romanos dedicados a Júpiter y Diana (sus columnas pueden ser admiradas en el cercano Museo de la Almoina), luego fue catedral visigótica, más tarde Mezquita hasta que, por fin, se construyó la estructura principal del actual templo durante los siglos XIII al XV. Como es habitual en este tipo de edificios, se superponen diferentes estilos constructivos: hay elementos del románico, del gótico valenciano (el predominante) gótico francés, barroco y neoclásico.

Muy cerca de la catedral está el Palacio de la Generalitat, igualmente de estilo gótico, el antiguo palacio de los Borja y multitud de edificios señoriales (Palacio del Marqués de Dos Aguas, sede del Museo Nacional de Cerámica y de Artes Suntuarias) y estructuras populares (la Plaza Redonda). Asimismo, conserva las Torres de Serranos, antiguo acceso al recinto amurallado que da idea del poderoso sistema defensivo con el que contaba la Valencia Medieval.


También en el centro, pero perteneciente a épocas más modernas, encontramos el Ayuntamiento y los destacados ejemplos modernistas que constituyen el Mercado y la Estación de Ferrocarril del Norte.

Hay que destacar la Lonja de la Seda (o de los Mercaderes) y el Consulado del Mar, verdadera joya del gótico civil y compuesta por tres cuerpos: la sala de contratación, con sus columnas helicoidales, la torre (antigua cárcel para mercaderes declarados en quiebra) y el Consulado del Mar.

Pero Valencia construyó hace unos años la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Aprovechando el antiguo cauce del Rio Turia (uno de los parques urbanos más grandes de Europa) se fue alzando un armonioso complejo que comprende el Museo de las Ciencias “Príncipe Felipe” (caracterizado por sus montajes interactivos), el Palau de la Música, capaz de albergar los más espectaculares montajes de obras clásicas o contemporáneas, l’Hemisfèric, una vanguardista sala de proyecciones en 3D, el espectacular Oceanogràfic, que reproduce hábitats de diferentes mares del mundo y el edifico polifuncional de l’Àgora.

Las últimas tendencias arquitectónicas se dan cita en este espacio que no olvida los espacios naturales, representados en el Umbracle, un espacio al aire libre que incluye el Paseo del Arte y el Jardín de la Astronomía, donde el visitante puede caminar entre grandes esculturas e instrumentos que le acercarán al conocimiento de la ciencia de las estrellas. Es, en suma, una actividad que dejará satisfechos a mayores y a pequeños.

A la hora de comer, existe una variada oferta basada en la gastronomía mediterránea, que es el consejo que damos para aprovechar la maestría en elaborar platos basados en productos de la huerta o del mar. No hace falta decir que el mayor exponente es el arroz y, en concreto, la paella valenciana. No obstante, dado el carácter cosmopolita de Valencia, también hay propuestas de cocina internacional y de la universal fastfood, por supuesto.

Tierra de Santos y de Papas, Valencia sabe conservar las tradiciones, como lo demuestran sus fiestas. Las más conocidas, las fallas (culminan el 19 de marzo), su semana Santa Marinera o el Corpus Christi, con sus afamadas Rocas. Otra tradición milenaria que se conserva y que está declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es el Tribunal de las Aguas, que se reúne cada jueves a las 12 en la puerta de los Apóstoles de la Catedral para dirimir los conflictos entre los agricultores. Está considerada la más antigua institución europea dedicada a impartir justicia.

Del templo de Júpiter, donde hoy se alza la catedral, al templo de la cultura y el ocio que es la Ciudad de las Artes y de las Ciencias
El Tribunal de las Aguas, que es la institución de justicia más antigua de Europa, se reúne cada jueves a las 12.